A partir de reconocer la dimensión constitucional de la tutela cautelar y sus vertientes material, procesal y procedimental, esta obra cuestiona la teoría cautelar clásica por adolecer de un déficit cualitativo sobre la base de dos problemas fundamentales: la verosimilitud del derecho como asignación arbitraria de probabilidades y la falta de definición del peligro en la demora para determinar un escenario de riesgo, así como su cuantificación; lo que no ha permitido que los citados presupuestos cumplan ―más allá de legitimar la solicitud― una función de fondo para la resolución de la hipótesis cautelar.