El poeta Jorge Manrique (1440-1479) en "Coplas por la muerte de su padre" estampó una frase que nos persigue, pero que a la vez nos condena: "Cualquiera tiempo pasado fue mejor". Así, nada o casi nada de lo actual pasa la valla del ayer. Ello es recurrente en quienes supuestamente traspasaron el tiempo lozano pretendiendo explicar nuestra realidad. Todos los escenarios se involucran en esa sentencia: política, economía, seguridad, moral, buenas costumbres, comida, música, gustos, colores, fútbol, poesía, novela, etc. “En mi época … antes era…, diferente, mejor, otra cosa, no vas a comparar”. ¿Realmente lo fue?, ¿Todo tiempo pasado era mejor? Para justificar la mediocridad imperante invocamos a esa nostalgia apenada, sin ser fatales, casi nunca estuvimos bien o vivimos casi a la vuelta del paraíso. Si fuera lo contrario, entonces hoy los que padecemos de una supuesta madurez que asumimos la responsabilidad de conducir el presente, deberíamos garantizar la plenitud del bienestar.