El cuento es un género universal porque existe en todos los pueblos y en todas las épocas. En su plasmación, sin embargo, se reconocen los niveles del cuento popular y del artístico, o el realista y el de ficción. Por otro lado, el cuento no es explicativo o analítico como la novela, sino un relato de síntesis, de soplo o de sugerencia, como la poesía. Muchas veces se queda revoloteando en el pensamiento y en el corazón, a manera de reflexiones o lecciones ante la vida.
Estas características se concentran y plasman de modo magistral en el arte narrativo de Gerson Ramírez Ávila, hoy por hoy, la figura más alta y representativa del cuento infantil y juvenil en La Libertad y uno de los más importantes del país. Con una poco común capacidad de observación y con una destreza técnica y artística admirables, el narrador nos presenta el complejo, heterogéneo y múltiple telar de personajes y hechos que de pronto asumen algún gesto, hecho o actitud que rompen la rutina o la monotonía cotidiana, para alcanzar un sesgo o desenlace, singular, imprevisto, sorprendente o impactante.
De manera específica, el ambiente en el que se ubican estos microrrelatos corresponde también al nivel popular y cotidiano, casi siempre pertenecientes al universo de Laredo, la patria hogareña y popular del distinguido autor, su escritor contemporáneo más visible e importante.
El volumen reúne cerca de medio centenar de relatos breves, todos construidos con un lenguaje artístico admirable, en el que se plasma la sutil e inagotable capacidad de observación, un elevado nivel de creación y un excelente dominio de sus capacidades expresivas, con las que perfila y modela hermosos relatos de desenlace frecuentemente insólito o sugerido plasmado en un denso telar de reflexiones, lecciones, moralejas y sugerencias.
Saniel E. Lozano Alvarado