Los afectos religiosos
la obra del Espíritu Santo
Jonathan Edwards fue uno de los pocos teólogos verdaderamente grandes del mundo de habla inglesa, un gigante intelectual y espiritual. Cuando comenzó su ministerio en Northampton, Massachusetts, Nueva Inglaterra se había alejado del puritanismo de sus fundadores. Resistiéndose a la corriente, Edwards predicó todo el consejo de Dios, y Dios honró claramente su testimonio. Sin embargo, en apariencia su vida terminó en tragedia; expulsado de su pastorado por la gente de Northampton, murió de fiebre en Princeton, sólo dos meses después de asumir la presidencia del colegio. Edwards es quizás más conocido como el teólogo del avivamiento, un tema sobre el que estaba especialmente cualificado para escribir, debido a su comprensión teológica y a su experiencia de primera mano de los avivamientos. De sus varios tratados en este campo, The Religious Affections (Los afectos religiosos) es la "obra magna".
El objetivo del autor en este libro es distinguir entre la religión verdadera y la falsa mostrando las marcas de una obra salvadora del Espíritu Santo en los hombres. En su Prefacio, Edwards subraya la importancia de emplear "nuestros mayores esfuerzos para discernir claramente... en qué consiste la verdadera religión". Porque "mientras esto no se haga, cabe esperar que los grandes avivamientos de la religión no duren mucho".