Emilia Pardo Bazán es considerada la precursora del naturalismo y una de las escritoras más reconocidas de la literatura española. Con la literatura gótica estando de moda en el siglo XIX, hiló historias perturbadoras con una particular ironía, en la que emergen espectros, vampiros u homicidas.
Sus cuentos policiales demuestran que era una atenta observadora de cuánto ocurría a su alrededor, abordando una literatura escapista y contraria a la realidad. Supo manejar un lenguaje intimista, con el que creó sensaciones de miedo y de angustia, en medio de un ambiente muy gótico.
Sin embargo, Pardo Bazán, fiel a su espíritu, usa el terror para deslizar su crítica social. Introduce el maltrato, las desigualdades o los enfrentamientos por herencias en historias donde los hechos sobrenaturales y las leyendas logran transmitir la inquietud y el desasosiego.