En Filius acompañaremos a un puñado de adolescentes en medio de una vorágine de estímulos; entre monstruos, reflectores y un anfitrión disfrazado de arlequín. Todo ello, empujando a estos muchachos a participar de un juego de preguntas: tres para cada uno.
Ninguno de ellos sabe cuál es el premio al ganar, pero son bastante conscientes que el destino de los que pierden es morir.