Se suele pensar que los adolescentes son rebeldes por
naturaleza, en oposición a las reglas y contra toda autoridad
adulta. Esta mirada, por una parte, fomenta la vigilancia
y el control, como si los adolescentes fueran un riesgo en
sí mismos; y por otra parte, les quita la responsabilidad,
porque se asume que sus conductas son momentáneas,
consecuencias de sus hormonas y su edad.
Sin embargo, creemos importante modificar esta mirada
y entender que los adolescentes son personas con la
capacidad de hacerse cargo de sí y generar cambios
a favor de la sociedad.