Los edificios que aquí mostramos coincidieron en su construcción en el año 2015, aunque las
ideas que los generaron tienen un intervalo en el tiempo de un lustro, distancia que nos permite
colocar algunas reflexiones sobre la arquitectura y su pertinencia. Ambos habitan territorios que
han sido transformados permanentemente por la arquitectura desde hace milenios. Esto, a su
vez, permite develar algunas filiaciones arquitectónicas con aquellos edificios que modelaron
nuestro territorio y que intentamos estén presentes en cada uno de los proyectos que
realizamos.
Pensar a partir de filiaciones nos permite colocarnos en la trayectoria de algo y reconocer una
pulsión que nos mueva a generar nuevos trazos y a ser capaces de entenderlos como parte de
un estado mayor de las cosas. Entendemos nuestros proyectos y reflexiones desde una postura
de pertenencia a un proceso milenario, reaccionando ante cualquier idea de origen único o ideal
fundacional.