Las páginas de este libro son mágicas. ¿Sabes por qué? Porque nos hacen recordar que, en medio de la fantástica vida de un niño, existen vacas interespaciales, helicópteros de perros y pulpos con brazos más largos que mangueras de bombero. Por eso, es mi deseo que su magia toque el alma de cada lector para recordarle que todos podemos ser héroes de nuestra propia historia, y que los héroes resultan siempre victoriosos, no por ser héroes, sino porque creen con todo su corazón.