El beso en el libro de Rosales no es el preámbulo del coito ni de la pasión antropofágica. El beso constituye un acto que tan pronto se produce teje una huella psíquica en el personaje narrador, algo así como la palabra "recuerdo" que significa guardar en el corazón, pues allí, selladas con un beso, guarda a las personas que más ama.