Jaque al peón nos propone una trama de imágenes y circunstancias polémicas que posiblemente encenderán apasionados enfrentamientos políticos e ideológicos, entre quienes se atrevan a leer este extraordinario y trascendente libro de cuentos. Antropólogos, sociólogos, historiadores, artistas, escritores y lectores en general no podrán dejar de discrepar o aprobar los hechos aquí relatados. Pedro Ugarte Valdivia, asumiendo un rol harto provocador, diría yo, nos presenta escenas como la captura y muerte de Atahualpa, desde lo referido en las crónicas, pero también desde su visión de mundo y estilo personalísimos. Nos enfrentaremos a una aguda inteligencia y sobrado ingenio en la sapiente construcción de cada relato, por tratarse de un brillante cuentista peruano, de conocimiento enciclopédico, minucioso, detallista, riguroso y de apasionado ímpetu investigador; jamás pierde el hálito poético y el placer lúdico de la escritura, sobre todo en la segunda y tercera de las tres estancias que conforman este maravilloso libro. Jaque al peón, nos deja tras de sí una secuela de deslumbramientos, nostalgias, inquietudes y el sabor preciso de una buena pluma, de innegables destrezas en el dominio de los puntos de vista y de las técnicas literarias, gracias a la enorme sensibilidad de un talentoso Pedro Ugarte Valdivia.
Cusco, 1951-