De prosa sencilla pero a la vez versátil, las historias que conforman este libro fluyen y se abren paso como las corrientes de agua que bajan de los Andes. Las voces que emergen de cada relato enmarcan un mundo donde el realismo mágico continúa presente y donde el ensalmo de una época anterior a la nuestra se encarna en una suerte de diálogo que pondera y revitaliza el quehacer del poblador andino con una fauna representada por criaturas movilizadas dentro de una cadena natural nada placentera que entronca su vitalidad con un animismo inherente a los mitos cosmogónicos primordiales.