La creatividad en la educación es sinónimo de educar para el cambio y la transformación de las personas las cuales estarán formada desde la originalidad, flexibilidad, iniciativa, confianza y proyección. A través del desarrollo y fortalecimiento de la creatividad en las personas se forjan individuos amantes de los riesgos, capaces de afrontar obstáculos y situaciones problemáticas que se le presentan en el transcurrir de su vida, en distintos contextos, bien sean personales, cotidianos, laborales o escolares. Educar en creatividad es ofrecer herramientas para la innovación.
A través de la creatividad se pueden desarrollar una educación que potencie las fortalezas de los estudiantes y empleen de mejor manera los recursos individuales y grupales dentro del proceso educativo. Con base a esto una educación creativa es importante para generar atmósferas críticas, protagonistas, reflexivas y creativas en las aulas de clase.
Una educación creativa parte de la concepción de los planteamientos de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de las actividades humanas, es reconocer que este tiene un devenir histórico social y debe partir del precepto de que la creatividad es un potencial humano asociado a los componentes cognoscitivos, afectivos, intelectuales y volitivos inherentes a la educación.