El escritor, Juan Villena Zárate, nos vuelve a sorprender con La plantita que cayó del Cosmos trasladándonos a lugares ignotos como la estrella Alnilám, que en principio nos sugiere un juego de palabra a «Naylamp», personaje mitológico que provino del mar trayendo la civilización a las tierras de Lambayeque.
Alnilám es una estrella que se torna en un nuevo edén, tanto así que la conforman: grandes mares oceánicos, montañas de gigantes árboles. Entre esa majestuosa naturaleza, hay hermosas plantitas coposas y floridas de distintos colores que hechizan a los ojos de quienes las observan.
Villena utiliza el recurso literario de humanizar a esta plantita cósmica que se desarrolla hasta dar frutos, los cuales son únicos en la especie de su naturaleza. La energía cósmica que poseen estos frutos se encarna en seres escogidos de otros planetas para dar vida a los grandes científicos, sabios, astrólogos o videntes; explicación cosmogónica que tiene una fina coherencia interna en el discurso de lo narrado.