La comunicación humana se ha constituido de dos formas: verbal y no verbal. En el ámbito jurídico, es común observar, al menos en el contexto peruano, que las audiencias y el proceso judicial se desarrollen a través de la comunicación no verbal, es decir, la escrita, mediante documentos validados por los abogados de las partes y por las mismas. No obstante, la experiencia extranjera ha evidenciado la ventaja útil de los procesos judiciales en forma oral, por lo que una iniciativa de Arequipa ha expandido la comprobación de dicha utilidad. Es así que la litigación oral supone un avance en Perú.