Esto que vemos no es solo un poemario, sino la exploración de la palabra misma. Es la cascada de la fruta, la semilla, el mar, la psicodelia y el mundo que empieza y termina en la Idea. Es el meandro de una poética que se resiste y aparece para conducirnos hacia la voz de J. Barrios, al borde de los planetas y el cuerpo.
Acá florece, gravemente grave, La Escuela Nueva.