En los días en los que su novio le propuso matrimonio, Sophía quiso huir tanto cómo fuese posible, asustada por la profundidad del compromiso adelantó sus vacaciones para hacer lo que más ama, los deportes extremos, cuya pasión la ayudó a alejarse tanto cómo jamás lo pudo imaginar.
Se vio a sí misma en medio de la nada, con otras ropas y acompañada de una Potra salvaje para sorprenderse al escuchar las tonterías de un anciano que le aseguro que tenía un propósito que cumplir, uno que la llevaría lentamente a vivir en el cuerpo de otra, la vida de otra, en un lugar donde lentamente se vería en el infierno rodeada de enemigos, de traiciones, de misterios, de venganzas y de un amor, uno que la hará sentir el más profundo dolor.