Esta colección de relatos titulada “El temple de un hombre” trata en su primera parte de hechos insólitos como la “Cacería meritoria” que, sin perros ni armas, llevan a cabo Charito y su madre; en un “Otorongo singular” nos sorprende el comportamiento inusual de este depredador; en el “Trueque mágico” se hace referencia a Moisés Lozano, autor de numerosos libros quien es el que nos relata su experiencia con el chullachaqui; en “El señor Lancha” el autor recoge los relatos orales de este narrador popular de apellido insólito; en el “Suicida” un espectáculo horrible hace desistir a una joven de suicidarse; en la “Pesca inesperada” el protagonista experimenta los últimos momentos vividos por una joven; en el “Fantasma cartero” Celia lucha por salvar a un alma de la condenación. En la segunda parte del libro el autor rinde homenaje a su padre, cuya vida es un símbolo de cómo los guías espirituales preparan a los seres humanos para cumplir eficientemente el rol o la misión por la que vinieron a la Tierra, pero sin exonerarlos de las dificultades, de los momentos de crisis y de dolor intenso. La existencia es una gran oportunidad que se nos concede y actúa como un crisol donde habremos de ir deshaciéndonos de las impurezas hasta lograr el temple de nuestras almas.