Hablar de inteligencia emocional hace referencia a las emociones y establece un vínculo entre la inteligencia como una capacidad para percibir, asimilar, comprender y regular eficientemente las emociones fomentando un pensamiento desde la acción y la emoción.
La popularización de la inteligencia emocional se ha dado desde el ámbito tanto empresarial, social y educativo; básicamente haciendo referencia a las habilidades emocionales que están desglosadas como autoconocimiento, control emocional, motivación, empatía y habilidades sociales, que serán desarrolladas a profundidad en un apartado de este texto.
En el contexto educativo la inteligencia emocional es vista como una perspectiva diferente haciendo alusión a las inteligencias tanto personales, humanas, emocionales, habituales, cognitivas y no cognitivas, hasta la cooperación intelectual, relacionadas con ser inteligencias propias de una persona exitosa.
El enfoque que le ha dado la educación no brinda una respuesta lo suficientemente amplia hacia los retos planteados por la globalización y el avance tecnológico, asumidos desde la heterogeneidad del alumno y la diversidad cultural.