El análisis de la estratigrafía y los materiales procedentes del sitio al aire libre de Cerro Tres Marías permite demostrar la existencia de campamentos de corta duración en las lomas de la costa central peruana durante el estadio Arcaico (7400–1700 años Cal. BC). El sitio presenta una secuencia de campamentos superpuestos, ocupados durante pocos días por dos a cuatro individuos que se refugiaban bajo pequeños paravientos, dejando poca basura a su alrededor derivada del consumo de todo recurso local capaz de sustentarlos durante su corta estadía: fauna mediana y menor de loma, vegetales traídos del valle, peces de río, y moluscos extraídos de playas arenosas de fácil acceso. En este tipo de sitio se realizaba el procesamiento inicial de la fauna mayor cazada en las cercanías, lo que derivaba en el descarte (sin excluir el consumo) de las partes esqueletarias económicamente pobres. En la cacería y el procesamiento de la fauna se emplearon artefactos líticos simples, fabricados con materias primas locales, extraídas de canteras cercanas a los valles por donde estos cazadores transitaban para llegar a las lomas.