Ante la imperiosa necesidad que se vive en una era del conocimiento, por querer manejar las tecnologías y las destrezas que lo hagan más competitivo. Nuestros estudiantes, se encuentran en una gran encrucijada de supervivencia académica, totalmente expuestos a estándares de calidad internacional, por lo que se ven obligados a dejar de lado la aprehensión de conocimientos de tipo memorístico y repetitivo al que siempre fue acostumbrado, justamente nuestra Alma Mater, se encuentra en la obligación y compromiso extraordinario de vivificar ese torrente de savia académica y científica que requieren nuestros alumnos, ante ello debemos plantear inicialmente algunas cuestiones educativas.
Un reclamo que con frecuencia hace nuestra sociedad a la universidad peruana es una mayor relación con la realidad del país. En ese particular, muchos pueden ser los comentarios y muchos los descargos, sin embargo, para mejorar esta relación resulta indispensable primero hacer un esfuerzo por integrar y vincular estrechamente la formación profesional, la investigación científica, tecnológica y humanística en las universidades. De esta manera podemos esperar que la universidad contribuya al desarrollo del país, con el compromiso de atender sus necesidades, sus carencias, a través de profesionales íntegros y decididamente calificados. Siendo el profesor universitario el elemento básico en la formación profesional, entonces, este en ningún caso puede estar exento del quehacer cotidiano por la investigación básica, aplicada o de desarrollo experimental. Es necesario que el profesor universitario pueda pasar siempre renovadas experiencias de investigación a los estudiantes de pregrado y posgrado
Por otra parte, la producción científica en la forma de artículos publicados en revistas de calidad y de impacto en el mundo científico escasamente se aproxima a los 225 artículos por año durante los últimos 4 años1, en la universidad peruana. Y si tomamos en cuenta la ubicación que ocupa nuestras casas superiores dentro de un ranking mundial, tenemos los siguientes datos: La Pontificia Universidad Católica del Perú se ubica en el puesto 762, y para Latinoamérica está en el puesto 27, la Universidad Nacional Mayor San Marcos se encuentra en el puesto 875
dentro del ranking mundial y para Latinoamérica en el puesto 39. La cosa en nuestra región son algo diferentes, la Universidad Católica Santa María, se ubica dentro del Ranking mundial en un 3377 y en el nacional se ubica en el puesto 11, la Universidad Nacional San Agustín dentro del ranking mundial se ubica en un lejano 6261 y a nivel nacional en un puesto 192. ¿Nuestro Instituto Superior Pedagógico estará considerado? ¿Cuál es nuestra respuesta?