Repensar la propiedad significa aceptar que la realidad de las cosas es distinta a la de los libros. Esos años recorría las quintas y callejones del Rímac con mis colegas del proyecto “Rímac Renace” del PNUD para
explicar a los vecinos que la renovación urbana sin desalojos era posible. Incluso usamos el neologismo “desprecarización”para describir que la propiedad estaba tan mal organizada en el Perú, que solo cabía
repensarla. El reto era cómo. En la sala de lectura de la British Library,
hermoso edificio ubicado en Kings Cross – Londres, pude dar forma final a este libro juntando piezas que había escrito años atrás.