La fibromialgia, enfermedad reumática enigmática y de difícil diagnóstico, que afecta especialmente a mujeres, es un problema de salud mucho más frecuente de lo que aparenta. Tiene elevada prevalencia en todos los países del mundo, los costos de su tratamiento son altos y requiere de un tratamiento integral con base al paradigma biopsicosocial, donde el objetivo fundamental es, además de disminuir el dolor, frenar el deterioro de la capacidad funcional y las afectaciones a la calidad de vida que repercuten no solo en los pacientes, sino también en los familiares. Por sus características ha servido como modelo de dolor crónico sin justificación lesional, vinculado a diferentes factores psicosociales, convocando al trabajo interdisciplinario en su tratamiento y estudio.