La primera crisis de una organización puede ser la última. Por eso, tan importante como entenderla es disponer de recursos profesionales para superarla.
Esa funesta posibilidad se debe a los riesgos propios de cada organización, pero también al mundo en que vivimos, más interconectado e interdependiente, donde los otros pueden definir la agenda pública.
Así, el escenario ya está montado de antemano para que cualquier asunto privado sea público, y para que la gente —con elevadas expectativas— cuestione todo desempeño. En ese escenario, bajo los reflectores mediáticos, a la organización comprometida le toca actuar rápido y bien.
Aunque la crisis parezca una irrupción caótica e inmanejable encierra una lógica que permite su buen control y superación, sostiene Carlos Oviedo V. Su complejidad requiere un manejo simple y decidido. Para ello, descompone el proceso de crisis y presenta con didáctica novedosos esquemas de análisis y pautas de gestión del problema. Sus propuestas, nacen de la experiencia y se enfocan en la mirada del otro.