Este poemario está inspirado en su amor por los animales. Todos los personajes existen o han existido y la mayoría fueron rescatados de la calle. Rufo Anatolio, el protagonista, fue encontrado hace nueve años, estaba enfermo y famélico. Ahora se halla totalmente recuperado, aunque continúa con su hambre infinita. Además, alegra los días de su familia mirando el mundo con sus hermosos ojos azules. A veces, por su curiosa apariencia, es confundido con un osito por su abundante pelo; su perfecta contextura cilíndrica y su particular, gracioso y macizo andar, que lo hacen elegante y tierno a la vez. El talante de Rufo Anatolio le ha permitido participar en concursos de disfraces, en los que ha ganado en muchas ocasiones. Con los premios obtenidos, ha podido ayudar a otros perritos y a albergues de animales. Le encanta comer, pasear, dormir y, sobre todo, que le hagan cariño. Así es Rufo Anatolio: todo un caballero perruno.