Desde este punto de vista podemos caracterizarlo como el medio a través del cual ordenamos y clasificamos nuestras experiencias con el fin de utilizar lo que ya hemos observado para el conocimiento y el aprendizaje de todo lo que el género humano ha logrado. Si el saber humano ha progresado es gracias a la ciencia porque en nuestra mente se realiza una actividad lingüística que permite interpretar constantemente nuestro entorno por medio de un sistema conceptual sin límites fijos. Sin embargo, para adquirir una buena capacidad de razonamiento se necesita, de modo especial, una lectura permanente con gran variedad de textos. El ejercicio de la lectura, cuando se realiza de modo reflexivo, enriquece nuestra capacidad de razonar.