Lima, la Ciudad de los Reyes y capital del Perú, fue la urbe más rica e importante de Sudamérica. Concentró todo el poder religioso, político y económico del extensísimo territorio que conformaba el Virreinato del Perú. Ninguna otra ciudad de América del Sur la podía equiparar en lujo y dispendio. En Lima se dieron las manifestaciones más resaltantes del boato, la moda y el despilfarro en la cocina peruana.
El libro "Perú. la cocina cotidiana y festiva de Lima en el siglo XIX" narra la mezcla de las antiguas tradiciones virreinales con todas las novedades que trajeron los inmigrantes en la República. El siglo XIX puede ser comparado con una mampara que une y al mismo tiempo separa dos épocas completamente distintas: la del Virreinato y la República.