La lectura es una tarea transcendental en el quehacer académico, sobre todo de los estudiantes universitarios. Se lee para estar informado de las novedades que suceden en la actualidad, para saber los avances científicos y tecnológicos, para estudiar y rendir un buen examen, para exponer un trabajo, para deleitarnos de una realidad fantasiosa como es la literatura e incluso para elaborar y sustentar el trabajo de investigación; la lectura es el único vehículo y aquello que hace todo posible, leer es todo un arte. En consecuencia, la lectura se ha convertido en una necesidad académica y propia del hombre intelectual, Mengual (2017). Sin embargo, esta actividad no es tomada en serio y presenta un sin número de dificultades, desde la carencia de hábitos de lectura hasta el desconocimiento de técnicas, procedimientos, métodos y estrategias de lectura. Sin duda, no se sabe el valor que representa una lectura amena, comprensiva y crítica.
Con respecto a la comprensión de lectura, el estudiante peruano, en todos los niveles, cuenta con resultados adversos, prueba de ello vienen a ser la evaluación Censal, a nivel nacional, y la evaluación PISA, a nivel internacional.