Recuerdos y reflexiones dispersas de una vida imaginada. Memorias de un abuelo son las memorias de un hombre que ha vivido una larga vida, una vida llena de tantas vivencias que, según sus propias palabras, sin importar si han sido buenas o malas, le ha gustado vivir.
En esta autobiografía vemos de primera manos las experiencias de un autor, un hombre que se ha visto obligado a llevar una existencia en la que el trabajo duro, los avances tecnológicos y la pandemia lo han hecho reflexionar respecto a su lugar en el mundo.
Como todo abuelo, busca en este libro revivir más una juventud y una adultez que han sido maravillosas para él a pesar de las adversidades. Y, a su vez, dejar un legado a sus hijos, nietos y a todos aquellos que aún queden por venir en su familia. Un testimonio de él, de sus antepasados y de todo aquello que quizás nunca les dijo.
Salvador Durán Guerrero
Resulta que venció mi licencia de manejo y acudí a la oficina correspondiente para tramitar su renovación. Reprobé el examen de la vista y acudí de inmediato a un optometrista para conseguir los anteojos que corrigieran el problema. El problema, me dijo el experto, requiere de la revisión de un médico oculista, quien a su vez diagnosticó una incipiente catarata en los dos ojos. Ese tenue velo, de no operarse, iniciaría el tránsito progresivo e irreversible hacia la oscuridad.
Con esta nueva señal, comienzo a escuchar, aún leve y lejano, el vocerío de mis muertos queridos que me reclaman y a cuyo llamado acudo con pocas ganas y nada de prisas. En mi virtual e imaginaria réplica, les insisto en que allá voy, que tengan paciencia, que al fin y al cabo tiempo es algo que vamos a tener de sobra.