La obra parte de la premisa de que las habilidades de los oradores son destrezas que se pueden aprender y ejercitar. A partir de esta idea, el autor desarrolla una serie de lecciones para transformarse en un orador memorable.
Estas enseñanzas se estructuran alrededor de acciones que los individuos deben comenzar a realizar para evolucionar y construir su propio modelo como orador. Serán los mismos individuos los que cimentarán la transformación necesaria que les permitirá gestionarse, no solo como especialistas en un tema, sino como comunicadores del mismo.
El gran desafío que plantea el autor es iniciar este camino de autodescubrimiento.