Esta publicación asume que la pedagogía en general es la teoría
totalizante de la realidad educativa. Y la pedagogía crítica sería la
teoría de la educación popular liberadora que se ha venido nutriendo
de los avances del humanismo, principalmente marxista y cristiano.
Hay que añadirle en sus fundamentos el humanismo originario, para
superar el colonialismo y eurocentrismo en las mismas bases de las
pedagogías críticas.
Para el autor, importa transitar del antropocentrismo al biocentrismo.
En un mundo donde se pone en cuestión la Vida de los Humanos y de
la Naturaleza, la educación biocéntrica asume la Vida, como razón de
ser, contexto y finalidad. Las enseñanzas y aprendizajes cobran mayor
sentido cuando están orientados y contextualizados al vivir en plenitud
o Buen Vivir. Hay un nexo inseparable entre Pedagogías Críticas, Vida
y Buen Vivir. Por ello, el proyecto educativo de nuestros pueblos
también es político, transformador y descolonizante. Por lo menos diez
componentes básicos del sistema educativo están en disputa; pero
los sectores populares debemos avanzar para ganar la hegemonía en
todos ellos, combinando ciencia y utopía, una nueva manera de Buen
Vivir en un renovado modelo de sociedad y de civilización.