Frente a todo lo dicho y hecho, el enigma de la captura de Atahualpa ocurrida en Cajamarca en noviembre de 1532 está resuelto. Aquel fragmento de los hechos de la historia de la civilización incaica tiene una explicación desde el punto de vista médico y es la fisiología humana, disciplina vinculada directamente con las funciones de las células del organismo, que nos ha permitido demostrar cual es el punto de partida para desencadenar las reacciones a través de mecanismos de defensa de los seres humanos que al ser expuestos o sometidos a diversos estímulos emiten un respuesta y es precisamente estos procesos bioquímicos a nivel cerebral los que nos han evidenciado las claves tan confusas hasta hoy, de aquel suceso entre los naturales y los españoles.