El cine de Béla Tarr, tal vez el más singular y extrañísimo para lo poscontemporáneo, se apoya en la visión estética y cualitativa de la imagen. Este libro trata de abordar eso, todo lo que el cine a veces olvida mencionar: sus símbolos recurrentes, sus alegorías, figuraciones, todos con el producto del lenguaje y la pasión de un cinéfilo entregado al acto de amar la imagen y el tiempo de sus estructuras, que escribe desde el tono poético, un manifiesto sensible, historiográfico, muy sesudo y profundo, esos entresijos ocultos que circulan alrededor de la obra fílmica de Béla Tarr, a través del hábito, el humanismo derrotado, la existencia y la contemplación amplia de lo que es el mundo.