Escribir como quien precisa un mapa de memoria, una selección de eventos y protagonistas que marcaron el horizonte de quien se atrevió a exteriorizarlos, es el reto que enfrentó Laura Latínez en De trenes, viajes y despedidas, su primer libro: una suerte de poemas como mensajes, o tabla para la sobrevivencia, que definen una vocación, el primer paso hacia un oficio en el que para sostenerse tendrá que continuar aferrándose a la honestidad de sus emociones.