La poesía es una sutil y descarnada forma de decir el alma, el alma de todos, en solitarias palabras. Pero del mismo modo, la poesía versa sobre escenas y situaciones, en apariencia, corrientes y habituales que sostienen el día a día. Sorprende lo psicológico y la bien disimulada metafísica que Adrián Alberto plantea de los actos cotidianos con la pasmante naturalidad de quien se desprende de la pretendida e ilusa sensación inmortal de la juventud y atisba la muerte y se reconcilia con lo poco que somos y con la gloria a la que sabe esta condición de humanos y poetas, que al final, en un acto de homologación espontánea, son la misma cosa.
Ficción Bélica es un inquietante tratado poético acerca de la intersección de la furia y la tristeza -de la incertidumbre y la infancia- de los destinos que hallan su flujo y dirección en la rutina de las horas domésticas y familiares, y en la poderosa intuición de una trascendencia que no sirve para nada.
Manuel Medina Velásquez