Es indudable a la fecha el gran aporte que Edinson Mucha Soto ha hecho al nuevo relato de terror peruano, en sus categorías realista (suspenso) y sobrenatural, con este maremágnum de personajes retorcidos, creados mediante una imaginación desbocada, la cual se inserta con naturalidad en la mente del lector, porque eso es lo que los receptores piden desde hace mucho y resulta muy interesante el modo cómo el presente horror está representado y desarrollado en estos cuentos, con sus monstruos, fantásticos y humanos, con una técnica llamativa, donde los tiempos pasado y presente se hallan manejados con el fin de quebrar la linealidad y ofrecernos nuevas perspectivas tanto en estilo como en tramas en un género tan difícil de escribir. «Madeleine» funciona la mar de bien, ya que reverbera fatalidad y nos sumerge en océanos de locura y perturbación. No hay puntos medios aquí, es excelente. El deslumbre de las tinieblas está garantizado, también aquella placentera sensación de miedo.