La pedagogía ha estado cambiando sus formas a lo largo de la historia, y en arreglo a su desarrollo. Se hicieron varios cambios e “innovaciones” en la educación para lograr que la pedagogía alcance un progreso y que, mediante ella, el mundo sea mejor. El ejemplo más radical, que es el objeto de crítica de este libro, es la denominada «educación internacional» que paulatinamente ha obtenido popularidad y una estima cuestionable. Así lo demuestra Lurfen Velazco en este libro, que es una crítica contra el sistema de educación que ha denominado globalismo pedagógico y personificado en el Bachillerato Internacional. Reconoce la importancia política que este tema implica, pero también aspectos sociales y académicos, revelando que el supuesto progreso de la educación solo tiene sentido y realidad en el sueño, en el ser-proyecto, y que, en cuanto a su teleología metafísica y política, el globalismo subyace en sus fundamentos y trata de convertirse en un estándar mundial de vida, gobierno, pensamiento y educación, de ahí la peligrosidad de la transmutación de la pedagogía.